Francamente, paso mucho tiempo buscando entrevistas con personas que admiro. Les envío correos. Espero. Les escribo al Twitter. Espero. Directo al Instagram. Espero.

Un día, frustrada porque no conseguía unas entrevistas que quería, me acosté en la cama y le dije a Dios: «¿Cuánto más voy a esperar?». En ese segundo, por alguna razón, recordé a un pastor que había predicado en mi iglesia hace muchos años: Jeffrey De León; y, de un modo muy peculiar, comencé a pensar en preguntas que me gustaría hacerle.
Quizás sea muy radical decir que fue idea de Dios esta entrevista, pero me bendijo tanto y fue tan fácil lograrlo que me cuesta creer lo contrario.
Sobre todo su última respuesta tocó mi corazón para siempre. ¡Espero que aquí encuentres algo que te ayude a ti también!
¡Aquí vamos!
Parte I: Selección simple
1. Natacha Ramos: ¿Tom o Jerry?
Jeffrey De León: Jerry.
2. NR: ¿Barcelona o Real Madrid?
JDL: Barcelona.
3. NR: ¿Libro físico o digital?
JDL: Libro físico.
4. NR: ¿Los Vengadores o la Liga de la Justicia?
JDL: La Liga de la Justicia.

Parte II: Respuestas cortas
1. Natacha Ramos: Si pudieras competir en un deporte olímpico, ¿qué disciplina te gustaría?
Jeffrey De León: Atletismo.
2. NR: Nombra 2 personas que admires
JDL: Mi padre y mi esposa.
3. NR: ¿Qué lugar del mundo es el que más te ha gustado visitar?
JDL: Latinoamérica.
4. NR: Un hábito que tengas y que te guste
JDL: Hacer ejercicio.
Parte III: Pa’ hablar sin miedo
1. Natacha Ramos: Actualmente, Venezuela se encuentra en una posición política muy complicada. Como cristiana, yo creo que es mi deber orar por mis gobernantes y no querer protestas porque traen muchas consecuencias negativas. ¿Qué nos dirías a quienes nos encontramos en este contexto tan difícil?
Jeffrey De León: Lamento muchísimo la situación de Venezuela; lo hemos hablado en mi programa de radio varias veces y creo que es importante entender que Dios estableció 3 instituciones en la Tierra: el gobierno, la Iglesia y la familia.
El reto que tenemos es que muchas veces confundimos las responsabilidades de cada una de esas instituciones: cuando la Iglesia se mete a hacer el trabajo del gobierno, hay problemas; y al revés: cuando el gobierno hace cosas que le corresponden a la Iglesia, hay problemas. Igualmente, cuando la familia permite que el gobierno y la Iglesia asuman responsabilidades que no le corresponden.
Entonces, entender esas tres instituciones es importante, porque eso nos ayuda a responder a la situación que hay en Venezuela.
Primero, soy cristiano y luego soy venezolano; pero, como cristiano, tengo que entender que Dios es un Dios de justicia y el gobierno venezolano no está cumpliendo con la primera responsabilidad que Dios le ha dado al gobierno, que es hacer justicia; ellos lo que han hecho es hacer trampa, asesinar a su pueblo, robar dinero, es decir, son una mafia.
Si entiendo que mi responsabilidad principal es como cristiano y la palabra de Dios me llama a orar por mis gobernantes, yo tengo que orar con base en lo que yo sé que es consistente con la persona, carácter y naturaleza de Dios. Eso quiere decir que yo puedo orar por Venezuela, y yo oro: “Señor, remueve a la pila de mafiosos que están de gobernantes”.
Dios me llamó a orar, sí, pero a orar por qué. Él específicamente nos pide que oremos para que el gobierno haga justicia y para que haya paz, y este gobierno ni está trayendo paz ni está siendo justo, entonces yo como cristiano tengo la responsabilidad de orar: “Ok, Señor, remueve a esta pila de ladrones, bandidos y ratas que están en el gobierno”, porque esa es mi responsabilidad como cristiano.
Yo creo que es una situación complicada cuando los cristianos se meten más a políticos que a cristianos. Si todos los cristianos venezolanos y en el mundo entendiéramos la responsabilidad de la Iglesia y la responsabilidad del gobierno por separado, sería mucho más fácil y más claro saber cómo acercarnos a sistemas complicados como la política.
Yo no soy venezolano, pero oro para que Dios remueva a esa pila de ladrones y mafiosos en el gobierno.2. NR: Desde siempre hemos escuchado en conferencias juveniles el famoso principio de “Amistades largas, noviazgos cortos y matrimonios para toda la vida”. Sin embargo, ¿qué podemos hacer si en medio de la «amistad larga» comienzan a desarrollarse actitudes de noviazgo? ¿Cuáles son los límites de una verdadera amistad?
JDL: Yo creo que la diferencia la hace la amistad inteligente vs. la amistad emocional. La situación que tú me estás describiendo es una amistad que se convirtió en una relación emocional, donde el conocer a la otra persona no fue la base y fundamento, sino que dejé que mis sentimientos tomaran control de la amistad.
Entonces, lo que debería diferenciar una buena amistad de una amistad emocional debería ser que yo entiendo que estoy llevando una amistad inteligente. Hay problemas cuando los sentimientos son los que están guiando la relación y no la confianza.
De hecho, en nuestro libro “Somos novios…¿y ahora quién podrá ayudarnos?” hacemos la distinción y aclaramos que esa debería ser una de las claves que me ayuda a diferenciar a mí una buena amistad de una mala amistad.
NR: ¿Y qué recomiendas cuando ya hay sentimientos involucrados?
JDL: El propósito de una amistad inteligente es construir confianza, porque ese es el mejor fundamento para un noviazgo bueno y un matrimonio para toda la vida. Entonces, si la amistad llegó a un punto en el que las emociones son las que están gobernando, la mejor opción es terminar esa amistad y dar un tiempo para que las emociones se calmen; de lo contrario, al entrar en el noviazgo con una amistad donde el fundamento son las emociones, corren más riesgo todavía de cometer fornicación o meterse físicamente uno con el otro, o continuar en una amistad donde no es la confianza lo que está creciendo, sino la emoción.
Ahí es cuando se dan los casos de los chicos que vienen a mi oficina y me dicen: “Jeffrey, queremos casarnos”, yo les pregunto «por qué» y ellos me responden: “porque estamos muy enamorados”. Entonces, yo les digo: “Ni locos los caso”; porque el enamoramiento no es suficiente fundamento para que haya un matrimonio eficaz.
Entonces, si los chicos están en un punto donde la amistad es emocional y no una amistad inteligente, donde hace falta la confianza y donde se involucran físicamente, la mejor opción es romper esa relación, porque tal vez empezó bien, pero continuó mal; y si continúa con la emoción al noviazgo, no va a mejorar, va a empeorar, especialmente si son las emociones las que los están moviendo.3. NR: Para nadie es un secreto que las redes sociales están repletas de artistas, autores y conferencistas cristianos reconocidos; personas que tienen muchos seguidores y una gran influencia en el mundo digital. Yo misma trato de promocionar lo que hago a través de mis redes, pero a veces me afano mucho en ese mundo de likes, shares y views. Como cristianos, ¿cómo podemos mantener el balance entre promocionar lo que hacemos y no dejarnos arrastrar por ese contexto que te anima a pensar solamente en ti?
JDL: Es interesante porque esto también sucedía antes de las redes sociales; la gente igualmente se afanaba por la fama o por cuántos libros vendía. Respecto al mundo digital, hay dos cosas que quiero comentar: 1) toda red social tiene la habilidad de crear una falsa sensación de comunidad; entonces, el antídoto a sus efectos negativos sería ser parte de una verdadera comunidad. Eso es tremendamente importante.

Marshall Mcluhan, comunicador y visionario, creo yo el más importante del siglo pasado, lo vio antes de que sucediera. Él mismo dijo que cuando la televisión ya no fuese macro y todo se volviera micro (y ahora eso es lo que estamos viendo, todo es micro, todo está en tu celular) eso convertiría a la red social en una falsa comunidad, especialmente dentro de la juventud.
Entonces, esa falsa comunidad lleva a un falso sentido de identidad, y ese falso sentido de identidad me lleva a mí a la guerra, a la guerra contra mí mismo, porque es un círculo vicioso.
Tú te das cuenta, aun tú que pones videos, que te vuelves casi adicta a chequear cuánta gente lo ha visto, qué comentarios tienes y, poco a poco, eso va creando una sensación falsa de comunidad. Esto, a su vez, va afectando mi autoestima porque entonces yo valoro mi vida con base en cuánta gente me sigue o cuántas veces reproducen el video, y eso me lleva a una guerra interna.
Para resolver eso, yo diría que una de las cosas más importantes es, si yo entiendo que la red social tiene el potencial de crear un falso sentido de comunidad, parte de la solución para no caer en esa mentira es realmente ser parte de una comunidad verdadera; en este caso, una verdadera congregación: un grupo de personas que aman a Dios, que me aman a mí, que te aman a ti, que te cuidan, es decir, una verdadera comunidad; esa sería una de las mejores formas de evitar que eso me arrastre a mí y me convierta en un ermitaño.4. NR: Cuando comenzaste tu ministerio, seguro tenías algunas ideas que han cambiado con el tiempo y la experiencia; es decir, conceptos que tú creías que eran de una forma y te diste cuenta de que en realidad no son así. ¿Podrías compartirnos alguno de las más importantes?
JDL: Inicié muy joven en el ministerio. Comencé a los 16 años a trabajar y a movilizar jóvenes en América Latina.
Y yo en algún momento creí que expandir mi círculo de influencia era importante, es decir, que era parte de mi meta. Llegó un punto en mi vida donde entre más conferencias hacía, más viajes tenía, más libros vendía, más gente hubiera, eso era lo que validaba lo que yo hacía.
Ahora, 30 años después, creo que reducir mi círculo de influencia es más importante, que fue lo que Jesús hizo.
Jesús nos llamó a hacer discípulos y nos enfocamos más en las masas y en la cantidad de personas que en una, dos o tres personas; desde los últimos 15 años, yo me he dedicado a reducir mi círculo de influencia, he estado viajando mucho menos, para poder dedicarme al discipulado de personas uno a uno.
Pero, por supuesto, eso no va a salir en los diarios cristianos. Noticia: “Jeffrey De León está discipulando a 3”. Esa noticia no le importa a nadie. A la gente le importa: “Jeffrey vendió un bestseller”, “Jeffrey le predicó a 30 mil jóvenes”. Esas son las noticias que nos interesan.
Esos medios de comunicación no han entendido la importancia de reducir el círculo de influencia, porque ellos se mueven por la cantidad de gente que los sigue; pero, en lo personal, uno de los cambios más significativos para mí ha sido ese: reducir mi círculo de influencia y no necesariamente pelear por expandirlo.
Entonces, si tú me preguntas: “Jeffrey ¿qué prefieres? ¿Irles a predicar a 40 mil jóvenes o sentarte con 10 líderes?”. Prefiero sentarme con 10 líderes, para mí eso es más importante y más estratégico.
Hoy yo tenía una cantidad de cosas que hacer para prepararme para mi programa de radio, mi programa de televisión y muchas cosas que tengo que hacer; sin embargo, mi equipo sabe que para mí era importante sentarme a hacer esta entrevista contigo porque no hay mejor estrategia que reducir mi círculo de influencia a una persona.
Eso para mí es más importante que pensar en cuántos millones me van a escuchar hoy en mi programa de radio; ya no es eso lo que me mueve, porque cambié mi forma de pensar, mi filosofía de vida cambió al reducir mi círculo de influencia, creo que eso es más importante que expandirlo.
Cuando Jeffrey dice que le da prioridad al «uno» en vez de a las masas, ¡es verdad! Yo nunca había logrado una entrevista con tanta facilidad.
Las personas, entre más conocidas, más inaccesibles, pero con él parece todo lo contrario. Me dio muchísimo gusto tener la oportunidad de conversar con él.
¿Qué te parecieron sus respuestas? Está clarísimo que es una persona de convicciones firmes, no por nada tiene un programa en CVCLaVoz que se llama «Al Punto».
Si quieres saber más de Jeffrey, por aquí te dejo sus redes:
¡Feliz semana! ❤
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