¿Cómo sobrevivir una ruptura?

Lost ... at first
Perdida, al principio

Kelly Clarkson

...derribados, pero no destruidos...
2 Corintios 4:9

Pocas cosas en la vida son más devastadoras que una ruptura amorosa. No niego que haya personas a

las que parece no afectarles. Pero, con frecuencia, romper una relación nos desestabiliza y nos deja en un lugar que no sabemos reconocer. Incluso si se trata de la decisión correcta, hay una cierta sensación de vacío que no es tan fácil de sobrellevar. No sé de muchas situaciones que se le parezcan. Superarlo usualmente toma mucha oración, tiempo, paciencia y una mezcla única de elementos imposible de descifrar, porque cada situación es diferente.

En este post quiero compartir algunas ideas prácticas que, aunque no quitan automáticamente la tristeza, el miedo o la vergüenza, pienso que pueden ayudar en el proceso. Pregunté a mi comunidad en Instagram qué consejos daban para superar rupturas, y me animó saber que muchos de ellos coinciden con mis sugerencias. Las ideas están pensadas para relaciones de noviazgo, porque el tema del divorcio es más complicado de lo que puedo abarcar en esta publicación. Sin embargo, incluso si ese es tu caso, espero que Dios use alguno de estos consejos para ayudarte. Aquí van:


Pienso que nadie es inmune a aferrarse a la idea de que una relación TIENE que funcionar. Por ejemplo, si de verdad quieres casarte, es fácil pensar que no te puedes dar el lujo de fracasar porque de verdad quieres formar una familia. Si has sido novio/a por años, es fácil pensar que no vale la pena terminar después de tanto tiempo. Pero, las relaciones sentimentales no siempre funcionan. Queremos que funcionen, claro. Ponemos todo de nuestra parte para que así sea, pero a veces no pasa. Y cuando de verdad queremos que pase, pero no pasa, es muy duro. Por eso, debe ser una prioridad para nosotros entregar nuestra vida amorosa en las manos compasivas de nuestro Padre Celestial, lo bueno y lo malo, y creer que Él guarda nuestro futuro en Sus manos.

Debe ser una prioridad para nosotros entregar nuestra vida amorosa
en las manos compasivas de nuestro Padre Celestial

En mi caso particular, crecí en un ambiente cristiano en que terminar una relación de noviazgo es como firmar un divorcio. Por tanto, hay mucha vergüenza asociada con una ruptura. Existe la idea de que “si tienes una buena relación con Dios, Él te ayudará a escoger y no te equivocarás”. También, asumimos que:

“Si decides amar a una persona y no hay abuso, entonces no hay razón legítima para terminar”. Por tanto, si terminas la relación por alguna otra razón, básicamente estás desobedeciendo a Dios. Hasta hace unos años, en mi mente no había diferencia entre terminar una relación de noviazgo y pecar. Aunque parezca mentira, una de las verdades más liberadoras que he aprendido es que una relación de noviazgo puede no funcionar. Sé que mucho de esto depende de tu definición personal de noviazgo. Entiendo que muchos predican la idea de que “no deberías hacerte novio/a a menos de que estés seguro de que te quieres casar con esa persona”. Sin embargo, creo que podemos estar de acuerdo en que “un noviazgo” NO ES “un matrimonio”. Por tanto, terminar ES una opción, incluso si no es la ideal. Esto PUEDE pasar, aunque hubieses querido que las cosas fueran diferentes.


En esta y en todas las situaciones de la vida, es importante darnos la oportunidad de sentir lo que sentimos, aunque no sea agradable. No se trata de morar en esos sentimientos, obviamente; pero, como diría la conferencista Joyce Meyer: “Los sentimientos que se entierran vivos nunca mueren”. No nos libramos del dolor solo porque lo ignoramos. Al contrario, lo más sano es llorar lo que tengamos que llorar; sentirnos tristes y expresar lo que hay en nuestro corazón. Las rupturas duelen. No vale la pena negarlo. Pusimos nuestra mente y nuestro corazón en algo. Creímos que era lo correcto. Pensamos que era la dirección en que Dios nos estaba guiando y no funcionó.

Sentir lo que sentimos significa detenernos por un instante, alejarnos de las distracciones (redes sociales, películas, videojuegos, etc.) y tomarnos el tiempo de experimentar las emociones que vienen a nosotros, sin resistirlas. Si dejamos que nuestras emociones se expresen tal como son, quizás nos daremos cuenta de que, detrás de la rabia o la tristeza, se esconden cosas a las que debemos prestar atención: miedo a nunca ser feliz, culpa por no haber hecho funcionar la relación, ansiedad ante la idea de seguir adelante solos, etc. No podemos lidiar con estas luchas internas si no las admitimos.


En palabras de la siempre recordada Rocío Durcal, “es verdad que la costumbre es más fuerte que el amor”. Lo dice también Shawn Mendes en su más reciente canción When you’re gone (escrita luego de su ruptura con Camila Cabello),It’s hard for me to let go of you” (Es difícil dejarte ir). Puede que esta sea la parte más difícil de cualquier separación. En cierto modo, te acostumbras al apoyo emocional del otro y, de repente, te lo quitan de un solo golpe. Quieres extender la mano para sostenerte, pero ya no encuentras la ayuda de siempre. Aunque es sano, normal y natural querer recuperar rápido ese apoyo perdido, esto no es lo más sabio.

Muchas personas buscan reconectar con la expareja “para aclarar cosas”, disculparse por malentendidos, y hasta discutir cómo ambos manejaron la situación. Y esto puede ser muy útil. Pero, creo que, en el fondo, todos intuimos que, aparte de esos momentos puntuales, lo mejor es mantener distancia.

The Breakup Bible: The Smart Woman’s Guide to Healing from a Breakup or Divorce, p. 69

Cada situación es única, claro. A veces, el contacto es inevitable. Pero, sí podemos escoger no stalkear en redes sociales, por ejemplo, o no escribir mensajes. La sanidad emocional que necesitamos usualmente empieza en el momento en que decidimos darnos mutuamente espacio para sanar. Si acaso tú eres quien terminó la relación y ya no tienes sentimientos por la otra persona, tal vez no veas la necesidad de mantener la distancia; pero eso no significa que tu expareja no lo necesite. Mantener contacto puede confundirle y hacerle creer que hay posibilidad de volver, y si esas no son tus intenciones, mantener la comunicación es un poco egoísta. Aunque parezca duro, cero contacto es el mejor contacto.


Si eres tú quien termina la relación, quizás te haces preguntas como: “¿Me equivoqué?” “¿Deberíamos volver?” “¿Me apresuré?” “¿Lo manejé bien?”, etc. Y, aunque creo que llegará el momento de evaluar la decisión que tomaste, mi opinión es que ese momento no es tres días después de haber terminado. Quizás cuando te sientas solo/a por primera vez querrás correr a buscar a la otra persona. Pero ¿la buscas porque de verdad es lo mejor o solo porque extrañas tener compañía? Esto NO es fácil de responder. Son preguntas duras, rudas y que, en el momento, se sienten crueles, pero son necesarias.

También, me parece prudente que nos tomemos un tiempo antes de salir con alguien más; y eso aplica para ambas partes en la ruptura. Sé que otras personas opinan diferente. Conozco amigos que, de verdad creen que “un clavo saca otro clavo”. Y tal vez haya gente en el mundo a las que no les moleste ser “el otro clavo”, pero me parece un poco injusto que esa sea la razón que te mueve a buscar a alguien más. En mi humilde modo de ver las cosas, es preferible estar emocionalmente estable antes de salir con otra persona; terminar bien un capítulo antes de comenzar el nuevo. En oración y en conversación con gente de confianza, puedes decidir con Dios qué es lo mejor para ti.

Si eres tú quien terminó la relación, puede que te recuperes más rápido de la ruptura y quieras comenzar a salir con otras personas. Y obviamente nadie puede culparte por eso. De mi parte, he visto a muchas amigas llorar amargamente porque su exnovio comenzó a salir con otra a las semanas de haber terminado. Se siente increíblemente feo; comunica el mensaje de: “Ni siquiera te duele haberme dejado”. Selena Gómez lo dice bien en su canción Lose You to Love Me:

In two months you replaced us, like it was easy.” | “Nos reemplazaste en dos meses, como si hubiera sido muy sencillo”

No tengo más nada que decir al respecto excepto que, porque esto es una realidad, quizás quieras proceder con un poco de delicadeza, aunque seguro le va a doler al otro igual.


Dios sabe todas las cosas. Él estuvo allí al principio de la relación y estuvo cuando terminó. Él conoce lo que hay en tu corazón y cada pensamiento que cruza por tu mente. Además, te ama desde el principio y por la eternidad. No hay mejor lugar donde refugiarse que en los brazos de nuestro Padre Celestial, quien prometió un día enjuagar todas lágrimas de nuestros ojos (Apocalipsis 21:4). Una buena idea es acercase a Él y contarle todo lo que pasó, con lujo de detalles; derramar nuestro corazón en Su presencia, y seguirlo haciendo. Sé que Él se duele con nosotros (Salmos 34:18), y que nos ayuda a mantenernos firmes en medio de la crisis.

Además de esto, es bueno invitar a otros a caminar en este proceso con nosotros. Muchas personas hablan de lo que les pasa con un amigo, familiar o líder de la iglesia y se sienten mejor. Logran llegar a la raíz de sus conflictos, los procesan, y agarran fuerzas para seguir adelante. Si tú no tienes a esa persona; si hablar con alguien de tu círculo de amigos no te funciona; si tus familiares y amigos están lejos, o si te da vergüenza hablar del tema con gente que te conoce, ir a terapia es una buena opción si está a tu alcance. Una buena terapia o consejería cristiana puede ayudarte a entender mejor la situación y a procesar tus pensamientos o emociones de un modo adecuado. En lo personal, me he beneficiado de ir a sesiones de terapia y contar con alguien que, no solo oraba por mí, sino que también me escuchaba y me hacía preguntas importantes.

No todos los terapeutas son para ti, y no con cualquier amigo se puede hablar de estas cosas. Pero, si lo intentas y no sale bien, mi consejo es que no te desanimes. Pide a Dios que te guíe a la persona indicada porque todos necesitamos a alguien que nos ayude a levantarnos cuando caemos (Eclesiastés 4:10).


Usualmente, lo que extrañamos de una relación sentimental es esa sensación de compañía y apoyo mutuo. Nos hace falta sentir que alguien está “en nuestro equipo”, dispuesto a ayudarnos y a amarnos incondicionalmente. No digo que amigos, familia e iglesia puedan reemplazar una relación de noviazgo, pero tener una comunidad a tu alrededor ciertamente hace las cosas un poco más llevaderas. Aunque aislarse es definitivamente tentador, no es lo mejor. Lo ideal es conectar con personas que de verdad nos hacen sentir amados y apoyados, y no rechazar a aquellos que nos buscan para saber cómo estamos. Sin importar cuán independientes queramos ser, ¡necesitamos a los demás!


Hace unos años conocí a un amigo que AMA hacer ejercicio. Un día le pregunté cuándo comenzó a interesarse en el mundo fitness y me dijo: “Después de una ruptura que me dolió mucho”. Otra amiga del seminario me contó que decidió estudiar teología luego de romper el compromiso con su exnovio. De pronto, se vio sin planes para el futuro y comenzó a pensar en qué quería hacer con su vida. Ahí se dio cuenta de que tenía el anhelo de estudiar en el seminario.

Aunque es bueno y saludable vivir nuestras emociones, no se supone que nos perdamos en ellas y les permitamos dictar nuestra existencia. Las reconocemos, las sentimos, aprendemos de ellas y seguimos. Y “seguir” muchas veces significa ocupar nuestra mente en un nuevo hábito o en una actividad que disfrutamos. Las relaciones sentimentales ocupan MUCHO de nuestro tiempo. Cuando una relación termina, de repente tenemos una cantidad absurda de tiempo disponible. ¡Y hay que usarlo! Este tiempo de soltería, por largo o corto que sea, puede regalarte pasatiempos, negocios, carreras o actividades que quizás te bendigan la vida entera. La recomendación es usar ese tiempo en algo que nos llene de vida, en vez de entregarlo a nuestros miedos y tristeza.


Luego de una ruptura, hay que tener mucha valentía para atreverse a seguir. Recuerdo una vez que quise armar mi trípode para grabar mi canal de YouTube. Mi exnovio siempre me ayudaba a hacer eso. Cuando lo intenté a hacer por mi cuenta, no pude. Me senté en el piso a llorar porque creía que nunca sería capaz de grabar un video por mi cuenta. Pero, aprendí; hoy en día puedo armar mi set de grabación con los ojos cerrados. Sé que parece que no vamos a saber funcionar sin la persona con quienes nos acostumbramos a vivir, pero ¡sí podemos!

En la canción Christmas Isn’t Cancelled (Just You), Kelly Clarkson canta que, a pesar del dolor de la pérdida, no va a dejar la ruptura le robe la Navidad. Va a poner las decoraciones y a celebrar, porque el gozo no se termina solo porque la relación se terminó. Eso requiere mucho valor, pero creo que en Dios podemos encontrar las fuerzas para enfrentar la vida sin la persona que un día nos hizo compañía. Agarramos fuerzas en el Señor y damos pasos en fe. Entendemos que, en última instancia, es Dios quien nos sostiene, no nuestra pareja.


Si estás atravesando por ese proceso justo ahora, incluso si fue una relación muy breve, oro por un abrazo es especial de parte de Dios para ti. Espero de todo corazón que el dolor pase muy pronto y que, en Su amor y Su bondad, Él te conceda salir más fuerte y más seguro/a de ti mismo/a como resultado de esta experiencia. Anhelo que, en los días por venir, no te atormentes a ti mismo con preguntas crueles sobre un pasado que no se puede cambiar. Espero que, en cambio, encuentres en Dios la valentía para alzar tus ojos desde el lugar en donde estás y mires con esperanza hacia el futuro (Génesis 13:13-15). ¡Confiamos en que traerá cosas mucho mejores!

Publicado por Natacha R. Glorvigen

Cristiana. Publicista. Bloguera. Dios me ha cambiado la vida y vivo para contarles a otros que Él puede hacer lo mismo por cualquiera.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: