“A veces la verdad acerca de nosotros mismos no es una imagen hermosa y perfecta, pero es la verdad, y eso es mucho mejor”.
Andrea Lucado
Recientemente, descubrimos la devastadora noticia de que Joshua Harris se está divorciando y que, además, ha abandonado su fe en Jesús.
Quizás lo conoces mejor por ser el autor del famoso libro, “Le dije adiós a las citas amorosas” (I Kissed Dating Goodbye). Este libro marcó a toda una generación. Miles de cristianos en todo el mundo aprendieron el ABC de las relaciones sentimentales tal cual como Josh Harris les enseñó. Aunque muchos también criticaron las ideas del libro, su influencia es claramente palpable incluso dos décadas luego de su publicación.

Desde entonces, Joshua se convirtió en un líder para la juventud, un autor exitoso, y luego en un pastor reconocido. Para una persona como él, admitir su divorcio y, peor aún, su renuncia total de la fe cristiana significa mucho más de lo que significa para el promedio. Su matrimonio y su testimonio cristiano son todo el legado que ha construido en sus años de vida.
Ni siquiera puedo imaginarme el dolor y la angustia los días previos a esta declaración. Pienso en quizás cuánto tiempo vivió lo que sería una mentira para él por temor a herir la conciencia de otros y destruir lo que le costó tanto esfuerzo edificar.
Es duro leer una declaración como la que hizo:
«En todos los parámetros que tengo para definir a un cristiano, no soy un cristiano. Muchas personas me dicen que hay una forma diferente de practicar la fe y quiero estar abierto a esto, pero no estoy ahí todavía».
Joshua Harris
Duro.
Desgarrador.
Se me conmueven las entrañas solo de leerlo, porque claramente no es mi sueño ver a una persona abandonando la fe.
Sin embargo, es la verdad.
Una verdad que, aparte, le va a costar todo: su reputación, su trabajo, sus amigos. No obstante, estoy convencida de que fue un acto increíblemente liberador para él.
“A mis amigos cristianos… No me uno en su tristeza. No veo este momento negativamente. Me siento muy vivo y despierto, y sorprendentemente esperanzado”.
Joshua Harris
Pararse frente a un púlpito semana tras semana sabiendo que eres algo que otros no quieren ver, dándote cuenta de que predicas una fe que no sientes, debe de ser la más grande de todas las pesadillas.
Claramente, no puedo decir que estoy de acuerdo con su decisión y tampoco puedo sugerir que abandonar la fe es el camino del que duda. Pero, me duele un poco el corazón al pensar lo atrapado que se debió de haber sentido en un cristianismo que ya no estaba vivo para él. Oro secretamente por mí, porque no creo que yo sea inmune a una lucha de esa naturaleza.
Y, al mismo tiempo, al igual que Joshua Harris, me siento sorprendentemente esperanzada en medio de esta situación. La verdad es liberadora. Reconocer que no somos perfectos, fuertes e invencibles es quizás lo más duro y lo más hermoso que nos tocará hacer en la vida.
Por más que quisiera que Josh Harris dijera algo diferente, no puedo pedirle que me mienta. No quiero que lo haga. Es solo cuando reconocemos donde estamos realmente que abrimos una puerta para que Dios obre en nuestras vidas, incluso si no estamos esperando que lo haga.
La verdad.
Dulce y sublime.
Pocas personas sabrán darte un regalo tan valioso. Aunque no siempre es agradable, por lo general de ahí salen las historias más hermosas.
Muy bueno.
Te Amo
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¡Graacias, mami! Te amoo.
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