Si tuviera la oportunidad de escribirle una carta a la joven (más joven) que fui, esto es lo que le diría:
Querida Natacha más joven,
Te preocupa bastante tomar decisiones que te hagan vivir con la menor cantidad de lamentos posibles, lo sé; por eso, déjame decirte algo: lo harás bien. Dios te guiará aún en los momentos de mayor incertidumbre, e incluso, si te pierdes, Él te encontrará.
Además de eso, hay cosas muy puntuales que quiero decirte:
No tengas miedo de decir lo que piensas; por increíble que te parezca, a veces otros de verdad querrán escucharlo.
Tendrás las oportunidades que quieres. ¡Aprovéchalas sin miedo!
No te creas menos que nadie, eres valiosa tal como eres.
¡Sigue soñando! Me gustan tus sueños y estoy trabajando por ellos 😉
Sí vas a pasar “Estrategia de mercado” en la universidad, no te preocupes.
Nunca te vas a arrepentir del tiempo que inviertes en la Iglesia.
Dios te hará feliz todos los días de tu vida. No te equivocaste al elegirlo.
No pagues la inscripción de ese gimnasio, vas a ir solo 3 semanas.
No te tomes tan en serio todo. El mundo no depende ti. Relájate un poco más.
Creo que eso cubre lo básico; lo demás, lo aprenderás en el camino.
Confórmate con saber que me siento orgullosa de quien eres. Dios te dará una buena vida y te hará inmensamente feliz.
Te ama, tu Natacha de 24 años.
Esto es lo que otros están diciendo:
¿Y tú qué le dirías a tu ‘yo’ más joven?