Lo he escuchado varias veces de diferentes personas, con creencias distintas.
La dinámica es bastante sencilla; se supone que solo te sientas/acuestas y comienzas a pedirle detalladamente a Dios (o a quien creas que te escucha) cómo quieres que sea la persona de la que te vas a enamorar.
Y ya.
Muy simple.
Haces una bien planificada lista de cualidades y características físicas de tu pareja ideal y, según fuentes oficiales, esta maravillosa persona aparecerá tal cual la describiste.
Tal. Cual.
Nunca me había interesado esta práctica, pero hace unos meses me pareció que no perdía nada con intentarlo, así que, mientras caminaba por una plaza cerca de mi casa, comencé a crear esta lista excepcional:
1. Cuando esté triste o me sienta insegura, quiero que me apoye y me diga lo que necesito para sentirme mejor.
2. Debe ser un guía, alguien que me desafíe a seguir a Dios con todo el corazón.
3. Que me impulse a perseverar cuando siento que ya no puedo más.
4. Debe creer en mí y en los sueños que Dios ha puesto en mi corazón.
5. Que sepa administrar bien su dinero y me ayude a mí a hacer lo mismo.
6. Diligente en su trabajo, pero dispuesto a hacer locuras.
7. …
8. …
9. …
Más o menos cuando llegué a la 9, tuve una revelación celestial. Nadie me lo dijo, pero yo inmediatamente lo supe:
Un hombre no puede ser todo eso.
Básicamente, estaba pidiendo al empleado moral del mes. Alguien que hiciese las veces de Dios en mi vida, más o menos, y eso debe estar completamente, absolutamente e increíblemente mal.
No solo eso, sino que en esta historia todo se estaba tratando de mí y de lo que más me beneficiaba y se ajustaba a mis necesidades, lo cual, si no me equivoco (y no me equivoco), es lo opuesto a amar.
Estoy convencida de que mi Padre Celestial escucha las bien planificadas listas de Sus hijas, pero te prometo que me siento incapaz de formular una delante de Él, porque ni siquiera estoy segura de que tengo la lista correcta.
Al final de mi caminata por la plaza, alcé mis ojos y le dije:
Quiero alguien que se sienta llamado por Ti a amarme, y que yo pueda sentirme de la misma manera hacia él.
No sé bien si Jeffrey De León aprobaría una oración como esa o si acaso Luís Palau la incluiría en su famoso libro “¿Con quién me casaré?”, pero, por ahora, creo que con esa puedo descansar.
Natacha R. Glorvigen 
Wooow! Me encantó! Y me parece totalmente cierto lo que decís! Muchas veces pasa que tenemos esa listita mental de cómo debe ser la otra persona, pero Dios nos puede sorprender con algo que ni esperábamos que incluso va a ser mejor que lo que había en la lista. Hay que confiar en Dios y esperar en él. Gracias por tus bellas palabras una vez más! Genia! 😃
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¡Gracias a ti! Totalmente de acuerdo con lo que dices. De hecho, hay una famosa frase que va más o menos así: «si quieres hacer reír a Dios, cuéntale tus planes», en este caso «muéstrale tu lista» 😉 ¡Saluditos, Jeremías!
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Jajaja excelente frase 😃😅 graciaas!
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Yo hice mi lista, de hecho la escribí, no daba lujo de detalles pero eran 30 características de «mi pareja ideal» ni una mas ni una menos, fue complicado pero la terminé, a un mes mas o menos conocí al hombre con el que hoy en día estoy casada, y no me equivoqué.
En ese momento de mi vida hace 5años, eso era lo que quería, deseaba y tenía cabeza para pensar, hoy en día soy inmensamente feliz! Porque además descubrí en él infinidad de bondades y creo fuertemente que en él Habita el señor como no habita en muchos otros… cuando deseas sinceramente con el corazón el señor esta escuchando, viendo y pendiente de ti <3.
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¡Qué bueno, Paola! Me alegro muchísimo de que Dios te haya respondido conforme a los deseos de tu corazón. Mi lista solo quedó con un punto, pero tengo la confianza de que Él será igual de fiel al responderla 😉 ¡Un abrazo!
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Me gusta tu blog y su promoción de Cristo. Te invito a una entrevista en ingles y en español. Puedas escribirme a alvarezgalloso@journalist.com
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¡Hola! Muchas gracias. Acabo de escribirle a ese correo. Quedo atenta a su respuesta. ¡Saludos!
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