Si Cristo no resucitó, de nada sirve tu Fe

«Si Cristo no resucitó, vana es vuestra Fe»
1 Corintios 15:17

En Semana Santa, celebramos el evento histórico que dio inicio al movimiento cristiano: la resurrección de Jesús. Toda nuestra fe se basa en esto.

Cuando los discípulos salieron a las calles de Jerusalén, no mencionaron las parábolas del Maestro, aunque había para escoger; no contaron su hazaña de caminar sobre las aguas, a pesar de haber sido impresionante; tampoco mencionaron la cantidad de enfermos que sanó, cuya lista parecía interminable.

Ellos tenían solo un mensaje para el pueblo:

Él murió. Ustedes lo asesinaron. Dios lo levantó de entre los muertos.
Nosotros lo vimos. Crean en Él y arrepiéntanse.

Los líderes religiosos (que asesinaron a su Mesías) les exigieron a los discípulos que dejaran de hablar de Jesús, pero ellos valientemente respondieron:

«Nosotros no podemos dejar de hablar de lo que hemos visto y oído«. (Hechos 4:20)

¿Qué vieron y oyeron? A Jesús vivo preparándoles el desayuno en la playa, días después de haberlo visto muerto y sepultado.

Simplemente, si no hay resurrección, no hay cristianismo. No solo porque le da validez a Su mensaje sino porque justamente ese acto nos limpió de nuestros pecados delante de Dios.

De hecho, los registros históricos que tenemos de la vida de Jesús en las escrituras (los libros de Mateo, Marcos, Lucas y Juan en la Biblia) culminan con la resurrección de Jesús porque hasta ese punto quieren llegar.

Su autoridad y poder, Su misión así como Su atribución de llamarse «Hijo de Dios», tiene relevancia porque la muerte no pudo contenerlo.

Por esa razón, cuando un grupo de cristianos en el primer siglo comenzó a cuestionar la resurrección, el apóstol Pablo les escribe una carta donde claramente les dice que si no hubo resurrección, nuestra fe no sirve para nada. Todavía estaríamos muertos en delitos y pecados, Jesús sería un mentiroso y este blog, una burla.

«Seríamos los más dignos de compasión de todos los hombres» (1 Corintios 15:19).

Sin embargo, porque la resurrección es real y Jesús vive, porque Su tumba la encontraron vacía y Él está sentado en lugares celestiales a la diestra de nuestro Padre Celestial, tenemos confianza en Sus promesas.

Este Domingo de Resurrección es una fiesta para nosotros los creyentes, celebramos a nuestro Rey Resucitado. Ya no es un grupo reducido en Jerusalén los que dan testimonio de esto sino miles alrededor del mundo de toda lengua, raza y nación.

El pastor Andy Stanley suele decir: «Si alguien puede predecir su propia muerte y resurrección, estoy con él… porque un día me gustaría hacer lo mismo».

Y, bueno, yo no podría estar más de acuerdo.


Publicado por Natacha R. Glorvigen

Cristiana. Publicista. Bloguera. Dios me ha cambiado la vida y vivo para contarles a otros que Él puede hacer lo mismo por cualquiera.

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