Monsters Inc., un momento

Hace dos semanas, vi (finalmente) la película “Monsters University”, precuela de la famosa “Monsters Inc.”, de Disney, donde los protagonistas son monstruos encargados de asustar niños en nuestro
mundo a fin de generar energía necesaria para sus ciudades.

Nada cliché.

En la primera entrega, conocimos a James Sullivan (Sulley), un famoso asustador, y a Michael Wazowski (Mike), su ayudante. Ambos forman un excelente equipo, líder dentro de la compañía donde trabajan: Monsters Inc.
“Monsters University” nos cuenta cómo se conocieron.

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ATENCIÓN: si no has visto esta película y no quieres spoilers, detente ahora, aquí encontrarás muchos.

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Al principio, no había forma de que se llevaran bien: sus personalidades y espíritu competitivo los hicieron enemigos desde el primer instante.

Sulley siempre llamaba la atención por su familia (de larga trayectoria como asustadores) y grandes dotes para llenar de miedo a cualquiera, pero era muy flojo.

Mientras que Mike se esforzaba y trabajaba sin descanso para conseguir su objetivo de ser el mejor asustador de la historia.

**UN PEQUEÑO DETALLE**

Mike. No. Asusta.
Nada.

Su apariencia simplemente no lo ayudaba. Sin importar cuánto conocimiento tuviese en su cabeza, Wazowski no causaba ni un ápice de temor.

**POR OTRO LADO**

Sulley asusta.
Mucho.

Su rugido, apariencia, seguridad, forma de caminar… todo en él lo hacía un asustador nato. Aunque no supiese nada de los libros.

Académicamente, Mike lo derrotaba en todo porque, ya sabes…

“El trabajo duro le gana al talento cuando
el talento no trabaja duro”.

Tim Notke

Lamentablemente, en la práctica, no había mucha esperanza para Wazowski. Sus libros lo podían llevar hasta cierto punto, pero tal parecía que no había nacido para asustar.
En una competencia universitaria, ambos monstruos se ven obligados a trabajar juntos.
Con la ayuda de Mike, Sulley se convierte en un asustador mucho más completo,  al punto de lograr sustos increíbles.

Por separado, Wazowski y Sullivan lograban ciertas cosas, pero nunca lo que querían realmente.

Juntos eran imparables.

Cuando Mike entendió para qué era bueno y se permitió a sí mismo dar de lo que tenía para complementar a Sulley, y este último se dejó ayudar… los resultados fueron extraordinarios.

Esta es la enseñanza, clara como el cristal:

Tú tienes un talento.
Trabaja en él y úsalo donde encaja mejor sin importar quién se lleva el crédito.
Así llegarás más lejos.

Hay personas con habilidades más, no sé, notorias que otras, como Sulley.
Pero, personas como James Sullivan necesitan un Mike; y gente con
conocimiento, como Mike, necesitan un Sulley.

¿Cómo era que decía María Teresa de Calcuta?

Ah, ya…

“Yo hago lo que usted no puede, y usted hace lo que yo no puedo.
Juntos podemos hacer grandes cosas”.

Sí, yo también lo creo.
¿Qué talento tienes? ¿Quién lo necesita?

¿Planeas lograr tus objetivos solo? Quizás quieras reconsiderarlo.

No sabes si al poner tu don al servicio de otros te estarás preparando para romper el gran récord de sustos.