“La fe sin obras es muerta”, dice claramente Santiago, el hermano de Jesús, a los cristianos de su tiempo.
El significado está claro: puedes decir que crees en Jesús, en Su sacrificio, en Sus palabras, pero si tus acciones no van acompañadas con eso, no sirve para nada.
Auch.
Pero, eso no es nuevo. Ya tú lo presentías.
Muchos de nosotros crecimos en hogares donde abiertamente nos enseñaron que Dios existe y que de algún modo se interesa por nosotros y lo creímos.
Y lo creemos.
Yo asentía con mi cabeza a las doctrinas básicas del cristianismo con gran facilidad incluso antes de que me importara.
«Dios es bueno», «Dios me ama», «Dios provee». Siempre lo creí. Es muy fácil.
Sin embargo, aceptar intelectualmente un hecho y tener esa clase de Fe de la que habla Santiago, la que produce obras, son dos cosas muy diferentes; lo deja muy, muy claro cuando les escribe esto a los creyentes:
Tú crees que Dios es uno; bien haces.
También los demonios creen, y tiemblan.Santiago 2:19
¿Es fuerte? Quizás, pero es cierto.
Los demonios conocen la verdad de Dios, como muchas personas en este mundo; sin embargo, no dejan que esa verdad moldee sus vidas, no los transforma. Al contrario, se oponen a ella.
Igualmente, tú y yo podemos creer un montón de cosas, pero si no hacemos algo con eso, ¿de qué sirve?
Los demonios también creen y, a pesar de eso, actúan como, bueno, demonios.
Por otro lado, la Fe genuina actúa con base en lo que Dios ha dicho, es decir, toma decisiones de acuerdo con Su verdad.
A menos que tú y yo dejemos que la verdad de Dios afecte cómo vivimos, no estamos creyendo verdaderamente.
La prueba de que has decidido poner tu confianza en Dios y seguirle de todo corazón es que hay áreas de tu vida que se han visto transformadas por tu Fe en Dios.
Hay cosas que estás haciendo porque crees en Dios.
No hablo de que seamos perfectos sino de que existan actitudes, hábitos, relaciones que se han visto afectados por lo que Dios dice. Esta es la prueba de en dónde hemos puesto nuestra Fe.
Si esto no está sucediendo de alguna u otra forma en ti, es probable que estés aceptando intelectualmente la verdad de Cristo, pero que todavía no haya alcanzado tu corazón.
¿Quieres que esto cambie?
Hoy puedes acercarte al trono de Su gracia y pedirle que te ayude a tener la clase de Fe que produce obras.
¿Tú crees que Dios es uno? ¡Bien haces!
Ahora pídele a ese único Dios que Su verdad moldee tu vida.
¡Siempre es la mejor decisión!